RUTA VÍA DE LA PLATA

La Ruta Vía de la Plata es una moderna ruta turística que recorre el oeste de España de norte a sur (Gijón – Sevilla), pasando por cuatro comunidades autónomas y siete provincias. Tiene casi 900 km de longitud y atraviesa regiones con una superficie total de más de 120.00 km². La Ruta ofrece un recorrido por un importante conjunto patrimonial, cultural y artístico, así como por numerosas ruinas arqueológicas que muestran el paso de diferentes culturas a lo largo de los últimos dos mil años. La Ruta Vía de la Plata ofrece también un recorrido por la gastronomía española y una muestra de la riqueza ecológica y paisajística que se pueden disfrutar a lo largo de la península ibérica.

La Ruta Vía de la Plata fue, en sus inicios, la gran calzada romana que unía las ciudades de Mérida y Astorga (Emerita y Asturica, en latín) conocida como el «Iter ab Emérita Asturicam», es decir, el camino de Mérida a Astorga. Este constituía la auténtica espina dorsal del occidente de España hace dos mil años y tenía sus prolongaciones naturales hasta Gijón al norte y Sevilla al sur.

Esta calzada fue iniciada hacia el año 139 a.C. por el cónsul Quinto Servilio Caepio que derrotó a Viriato. Sin embargo, fue el emperador Augusto quien realmente impulsó su construcción, que continuó el emperador Tiberio. Trajano y Adriano, ambos emperadores hispanos, le dieron su forma definitiva.

Contaba con posadas donde los viajeros podían descansar, puentes sobre arroyos y ríos, y sus notables miliarios que, además de informar al emperador de quién había realizado la obra, indicaban la distancia en millas romanas hasta la ciudad de origen en la Ruta.

Mercancías, tropas, comerciantes y viajeros se movían en continuo tránsito por este camino, lo que favorecía la difusión de la cultura romana, su lengua y su forma de vida, a la vez que facilitaba el control del territorio que requería la administración del Imperio romano.